Spoilers a partir de aquí.
El libro sigue donde 50 Sombras de Grey terminó. Ana, todavía en shock por la escenita en el cuarto rojo del dolor, se marcha y quiere olvidar a Christian. Christian, en cambio, no quiere olvidarla a ella. Y como tenían que ir a la inauguración de la exposición de José y la única forma de llegar a tiempo que tiene es dejar que Christian le lleve, Ana acepta a ir con él. Y allí, él le presenta su plan para volver a estar juntos: no habrá más BDSM a no ser que Ana quiera. Y así de rápido vuelven los dos a estar juntos y felices de nuevo.
Por un lado, me parece un giro bastante débil de la historia. La autora no nos da tiempo para "llorar la separación". Por otro lado, esta historia solo es buena cuando están los dos juntos, así que no me quejo demasiado.
Tras esto, se suceden varios problemas pequeños y de poca importancia. Van a la gala de los padres de Christian, la Señora Robinson acosa a Ana, su nuevo jefe resulta ser un acosador sexual que quiere hacerle chantaje... Y todo ello acompañado de montones de escenas de sexo. Cada dos por tres, da igual qué esté pasando, vamos a oir de Ana que no puede aguantar un solo segundo sin echarse encima Christian y que este le empotraba contra la pared de cualquier lugar. Y esto, hasta cierto punto, es bueno... pero hasta cierto punto. Y en esta segunda parte han cruzado ese punto. No, el follar tres veces al día todos los días, y aun así decir que no puedes esperar un minuto para volver a tirarte encima de él ya no es erótico, es cansino. Aprecio que la autora sepa describir las escenas sexuales tan bien, y que no tenga demasiados remilgos con el qué les hace hacer, pero hasta ella se ha debido de dar cuenta de que se pasaba con las escenas sexuales cuando muchas veces las corta y pasa directamente a la siguiente escena. Da incluso la sensación de que, como no se le ocurre alguna trama más consistente, nos intenta mantener pegados al libro con el sexo hasta que se le ocurra algo.
Por otro lado, vemos una deformación horrible en los personajes. Es verdad que Ana era un poco pesadita en el primer libro, y sigue en las mismas en este. Da igual que le diga Christian mil veces que ella le da lo que necesita, Ana sigue dándole vueltas. Y podría entender que como es insegura, le cuesta creerle; pero la forma que tiene la autora de explicar esos sentimientos y pensamientos en la cabeza de Ana no son los adecuados. En lugar de dar a entender que, aunque Christian le diga que le quiere, a ella le cuesta creerle, lo que la autora hace es que Ana actúe como si Christian no le hubiese repetido lo mismo muchas veces.
Pero por si esto fuera poco, Christian se vuelve un controlador. No no, no un controlador como lo era en la primera parte, siempre preocupado por la seguridad de Ana y que comiese. Ahora básicamente se dedica a enfadarse porque Ana no come lo que él quiere cuando él quiere, no lleva la ropa que a él le apetece y se ve con gente que a él no le apetece. Lo siento, pero me parece inadmisible. Ahí no se puede ver preocupación o romanticismo. Eso es que este hombre tiene un serio problema, y Ana es una niña que se deja mandar por el primer chico que pasa por su vida. Sinceramente, me parece un rasgo de la personalidad asqueroso e inaceptable por cualquiera con un mínimo de amor propio o dignidad.
Otro fallo que le encuentro es que la autora ha seguido con su manía de repetirse, pero lo ha llevado al extremo. Antes solo repetía algunos gestos de los personajes. Ahora sus gestos, pensamientos y hasta frases se repiten sin cesar. Juro que más de una vez he estado segurísima de que alguna de las frases que decían ya las había leído. Pero no me ha pasado una o dos veces, sino incontables veces. Entiendo que es una autora novel, pero para algo están los editores. ¿Nadie le ha dicho que se repite más que la berza? Además, me parece intolerable que en su primer libro escriba mejor que en el segundo. Lo único que se me ocurre es que han querido sacar los tres libros lo antes posible (en un año los tres), así que ella ha escrito de cualquier manera y a los editores les ha dado igual.
Yo le diría a la autora que vaya a un taller de escritura. Y no se lo digo para insultarla, sino porque me parece que tiene buenas ideas, y que si aprendiese a desarrollarlas adecuadamente y aprende a escribir mejor, puede sacar libros muy, muy interesantes.
Por otro lado, la mayoría de hilos argumentales no han estado del todo mal. Me han gustado las peleillas con la señora Robinson y con el jefe de Ana, Jack. Los primeros capítulos, cuando están en el baile de los Grey, son buenos incluso. Y los últimos, desde que Christian desaparece hasta el final, tampoco están mal.
Además, tengo ganas de ver qué pasa en el siguiente libro, porque el final promete. Si la autora sabe aclararse las ideas y aprovechar el tirón de Jack Enfurecido, puede terminar siendo una buena novela final para la trilogía.
Así que en resumen, la historia a veces es mejor o más interesante que en la primera novela, pero la calidad de esta es peor. Aun así, sigue siendo un libro adictivo, por lo que al que le haya gustado la primera parte, le recomiendo esta segunda.
Primero que nada quiero felicitarte por tan buen Blog, comparto el buen habito de la lectura como entretenimiento y más aun como cultura.
ResponderEliminarSaludos desde Venezuela, espero pasarme por acá de vez en cuando.
Muchísimas gracias, Antonio.
EliminarMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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