No creo que se necesite presentación para este libro. Seguramente casi todos nosotros nos hemos leído alguna de las novelas de Harry Potter, y muchos más tendrán los libros pero nunca los leyeron. Aun así, todos conocemos la historia. En mi caso, comencé a leérmelos con 9 años: los 3 primeros en euskera y los otros 4 en castellano; varios me los he releído media docena de veces. Pero decidí que ya era hora de disfrutarlos en inglés, como salieron del boli de Rowling. Y aquí empieza mi relectura de la saga entera en su idioma original.
El comienzo dura más de lo que recordaba. Hay muchos más detalles de la vida de Harry con los Dursley que en la película, y la descripción de sus tíos y primo son geniales, una animalización, como diría mi antigua profesora de lengua. No me disgusta que dure tanto, pero sí que estaba impaciente por llegar a Hogwarts de una vez, así que me habría gustado que fuese un poco más rápido.
(Spoilers a partir de aquí, aunque... ¿quien no se lo sabe ya de memoria?)
Pero una vez que Harry llega a Hogwarts, todo va algo más rápido y fluye mejor. Es increíble lo bien que lo tiene todo imaginado Rowling, hasta el más mínimo detalle. Desde el techo del Gran Comedor a la sala común de Gryffindor, todo está descrito con precisión pero sin ser pesado. Además, habiendo leído ya los siguientes libros, se ve que muchas cosas las tenía pensadas casi desde el principio.
Los personajes también son muy distintos de lo que serán en las siguientes entregas. Al principio Hermione parece una marisabidilla correctísima a la que Harry y Ron le parecen el anticristo, ya que van contra todo lo que le gusta, pero esto cambia pronto. Es muy bonito ver como se van uniendo y convirtiendo en lo que serán en el último libro desde esta nueva perspectiva.
Y así van pasando los primeros meses de Hogwarts. Enfados de chiquillos (tienen 11 años, al fin y al cabo), zumos de calabaza, trolls a los que les clavas la varita en la nariz, poltergeists y demás cosas que todos hemos vivido a esa edad en el colegio. Aunque lo mejor llega en el último tercio del libro, desde que descubren cuándo va a robar Voldemort la piedra filosofal. Las pruebas hasta la piedra son emocionantes y más entretenidas que en la película, al igual que la escena contra Voldemort. Y el final te deja con ganas de más, ¡mucho más!
Así que, en general, no puedo decir mucho que no se haya dicho ya. Es un libro bueno, entretenido, en principio juvenil pero que podemos seguir disfrutando siendo más mayores, increíblemente original. Y ahora que sabemos cómo terminó todo, podemos afirmar que, con los años, solo ha conseguido mejorar. Se lo recomiendo a absolutamente todo el mundo.
Por mi parte, yo voy a seguir leyéndome la saga en inglés y rememorando los veranos en la playa y la piscina, viajando a un castillo escocés lleno de magia en lugar de bañarme en el agua. ¡Seguiré informando!
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