La primera parte de la trilogía de Los Juegos del Hambre. Me lo compré cuando salió porque me gustaba ese aire a lo Battle Royal que parecía tener, y ya por entonces se decía que era una maravilla. No sé por qué, hasta hace nada no lo empecé, y cómo me arrepiento de no haberlo hecho antes. Es simplemente fantástico. Spoilers a partir de aquí.
En Los Juegos del Hambre nos presentan un mundo distópico, un poco al estilo de 1984 de George Orwell. Por las pocas pistas que nos dan, podemos suponer que es un Estados Unidos del futuro, en el que tras algún tipo de desastre se ha contruido un nuevo país, Panem. Este país cuenta con el Capitolio, su capital, y 13 distritos, todos aislados entre sí. Además, hace unos 75 años el 13º distrito se rebeló contra el Capitolio y sus dirigentes orwellianos, pero estos arrasaron el distrito y, para que al resto no se le olvide lo que pasa si te metes con el Capi, crean Los Juegos del Hambre. Y así, en el futuro, pero con la mayoría de la población sobreviviendo como si aquello fuese al siglo XIX (muriendo de hambre, trabajando en minas al más puro estilo Revolución Industrial y teniendo que cazar en territorio prohibido), arranca la historia.
Las primeras 100 páginas, en las que nos presentan el Distrito 12, a Katniss y su familia y los primeros días en el Capitolio, son interesantes pero se hacen un poco lentos. Es entretenido, pero no sé si es que hay mucha información que digerir o yo quería ver acción desde el principio, pero podría haberse hecho más llevadero de ser más corto. Pero en cuanto empiezan los Juegos, la emoción sube al máximo y no decae hasta la última página.
Es increíble que 200 páginas de merodear por el bosque con algunos momentos de sangre se hagan tan emocionantes. Toda la batalla está muy bien planeada, e incluso los tributos con poca acción, como la Comadreja, tienen una personalidad bastante definida. Los momentos Katniss-Peeta son buenísimos, tanto los graciosos como los más tristes. No hay nada que no sea sobresaliente. No hay una sola cosa que me gustaría que hubiese sido distinta. A veces Katniss le da demasiadas vueltas a lo que pensará Gale, o qué estarán haciendo en el Distrito 12, pero supongo que es normal cuando llevas días sola dando vueltas por el bosque, sin nada que hacer, comer o beber.
El final, y la estrategia de Katniss para que los dos salgan vivos, es precioso. El único problema son las dos últimas páginas. Ya sé que la autora querría meter un triángulo amoroso para el segundo libro, pero me entraron ganas de tirarle una piedra bien grande a Katniss después de lo hecho polvo que deja al pobre Peeta. Porque, sinceramente, Gale no puede competir con Peeta ;)
Así que no lo recomiendo, lo ¡RECOMIENDO! Literatura juvenil de calidad, de la que hace falta. De la que te engancha y no te hace sentir mal porque te guste (coff coff Crepúsculo coff coff). Además, ahora que se acerca el estreno de la película, no hay excusa que valga.
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