Citas célebres

"Desde que cogí tu libro hasta que lo dejé me desternillé de risa. Pienso leérmelo algún día." Groucho Marx.

domingo, 21 de julio de 2013

Diary of a fat mad girl - Stephanie McAfee

Este mal intento de chick-lit ha sido de lo peor que me he leído este año, y mira que he leído cosas mediocres. Vi la sinopsis en Goodreads y me pareció que tenía buena pinta, muy del estilo de Bridget Jones. Pero no podía estar más equivocada. De hecho, solo he conseguido leer el 20% de la novela.

Empezamos con Ace poniéndose como una energúmena porque su amiga cancela su viaje a última hora. Ya me empieza a mosquear un poco que la protagonista sea una drama queen y attention whore, pero supuse que la autora es del club de las "Escritoras de chick-lit exageradas". Así que en un segundo y 3 páginas la protagonista ya ha tenido la pelea de su vida con su mejor amiga.
Justo después nos cuenta a trompicones cuáles han sido sus relaciones sentimentales, sin contarnos del todo qué pasó con su último ex. Supongo que pretendría ir desvelando el misterio con el tiempo, pero no tengo fuerzas para seguir y ver por qué esta chalada dejó a su supuesto hombre perfecto.

Rápidamente cambia el tono y esto ya no es un chick-lit de "mujer moderna e independiente que se lo pasa genial con sus amigas", sino Sensación de Vivir (versión profesores) y tenemos que oír una sucesión de tonterías sobre su trabajo y compañeros que, sinceramente, parecen escritos por una adolescente atontada. Y casi a la vez nos dicen que su amiguísima (la del enfado) se está follando, supuestamente, a un alumno suyo. Seguramente no será verdad y no lo descubriríamos hasta la última página, pero los personajes se las arreglan para no tener ni 2 segundos con su mejor amiga para que les diga "No mira, no soy una asaltacunas, es todo un malentendido".

Y en otro giro sin sentido, la Segunda Amiga termina en la UCI porque su marido le ha dado una paliza y le ha provocado un aborto. Así que la loca de la protagonista va al hospital y se pone a insultar a todo cristo. Vomita en la habitación de su amiga, herida grave, y acusa de haber dejado así a su amiga a un doctor que pasaba por allí. Además, se empeña en que vomitar en la UCI de su amiga es "ayudarle". Un par de páginas de insultos después, echa la culpa del suceso al sheriff, que debería haber adivinado que a su amiga le pegaban y debería haber arrestado a su marido sin denuncia y con la mujer encubriéndole. Ajá.


En ese momento dejé de leer. Por un lado, la protagonista es una pirada que se dedica a insultar a todos y a decir que todo el mundo está contra ella. Segundo, la autora salta de una trama estúpida a otra sin razón alguna. Venden este libro como un chick-lit y en realidad es un drama cutre muy, muy mal escrito, al que le meten referencias a la cultura popular (de hace demasiados años, debo añadir) para fingir que es una especie de romance para la mujer del siglo XXI.
No cuela.

Sinceramente, no le recomiendo esta porquería ni a mi peor enemigo. Se queda en la lista de "Tonterías que no deberían haber sido publicadas ni por una web de fanfics amateur de niñas de 12 años". Si encontráis una copia, quemadla.

viernes, 19 de julio de 2013

Dexter en la oscuridad - Jeff Lindsay

Tercera novela de la saga sobre el famoso asesino en serie, seguramente más popular por su versión televisiva. Las dos entregas anteriores son espectacularmente buenas, y no esperaba menos de esta. Y la verdad es que me ha defraudado un poco, sí, pero sigue siendo un buen libro, con el espíritu de los anteriores y un Dexter igual de increíble que siempre.

La novela empieza como estamos acostumbrados: Dexter se va de caza. Desde el principio disfrutamos del Divertido Dicharachero Dexter, que es una de las cosas que hace que el personaje (y las novelas) sean tan buenas. Pero Dexter no es tan inteligente como cree, y termina envuelto en un embrollo digno de la imaginación de Dan Brown.

La serie de asesinatos que ocurren son geniales: interesantes, extraños... Sin embargo, el autor de los crímenes y todo lo que trae consigo no es, para nada, entretenido. Y le dedican gran parte de la novela, por lo que pierde mucho interés hacia la segunda mitad.

Spoilers a partir de aquí.

Nada más empezar ya vemos que, en el mundo de Dexter existe un Dios, pero no el Dios clásico. Este es ignorante, aprende, y no es omnipotente u omnipresente. Simplemente se aburre y "entra" en nosotros para convertirnos en monstruos asesinos y así entretenerse. Y desde aquí el autor crea un lío enorme sobre los "oscuros pasajeros", de dónde vienen, cómo actúan, por qué te entran, por qué se van, cómo puedes verlos en otra gente... Y sinceramente, no solo no me parece necesario saberlo (era perfectamente feliz sin saber qué era el Pasajero), sino que suena muy forzado e inverosímil.


Tampoco me convence mucho la trama con Astor y Cody, los hijos de Rita. A veces parece que intenta llevarlo al extremo y echa mucho para atrás. Astor habla como un adulto (no como una niña lista y madura, sino alguien que le dobla la edad) y queda muy poco natural. Además, se hace pesadísimo que todas sus apariciones sean para decir "Queremos matar". ¡Sí, lo hemos entendido a la primera! ¡Callad un rato y dejad de tocar las narices!

Por otro lado, la ausencia del Pasajero nos muestra a un Dexter algo más humano, lo cual da pie a situaciones curiosas y divertidas. Ha estado bien ver a un Dexter vulnerable, sin ayuda "interna" para resolver el caso, teniendo que sufrir el enfado y la duda.

Y sobre todo, me ha gustado el final. Lindsay podría haber dejado al protagonista sin Pasajero, intentando seguir adelante siendo un pobre humano sin talento para descuartizar personas y convirtiéndose en un padre de familia... familia asesina en 3/4 de los miembros. Pero al final el acompañante oscuro vuelve, y es un gran alivio. Porque, seamos sinceros, Dexter solo hay uno, y es el que tiene una sombra en su interior.

En resumen, la novela sigue el mismo estilo que sus predecesoras, pero con un pequeño cambio en la trama. Aun así, sigue siendo aceptable y es entretenida.